Un juego de póker es tan insensato, inadmisible, desequilibrado, perturbador y soberbiamente prodigioso, como la perspicaz decisión de ser cocinero. Esto cuando sabes en que mesa te sientas y a que cocina entrar; nadie pretende perder sus fichas ni quemar la sartén a manos de la apatía y la desidia.
Tal como los mejores casinos cuentan con súbditos que pretenden amabilidad pero no aspiran más que un intimidante repudio al racionar sus cartas, mi integro colegio de cocina lleva en sí una eminente maestra de mucho aprender, que procura concentrar los sabores éticos de la enseñanza en sus alumnos, pero suele obstruir su mirada de quienes en realidad se están gratinando de su hablar. Insolentemente me atrevo a predicarlo porque es gracias a esa celebre maestra (que a demás es mi directora y espero no apetezca ejecutarme y llevarme al horno) que hoy pude relacionar el grillado juego del póker, con la vaporosa atmosfera de la cocina; ya que esta mujer ah dejado en mi una frase que disparatadamente aisló de mi rutina natural, esas memorables horas de sueño que todo cocinero anhela después de un ameno día jugando a la cocinita.
"La vida siempre te bota cartas nuevas". Fue la frase que mi maestra confito en la cóncava sartén de mi subconsciente y la semejante que ansiaba desahogar de mi mente perseverando poder mediar el sueño hoy.
Es ahí donde comienza el póker de la vida en la cocina. Los participantes toman sus fichas y un cuenco de whisky, mientras los cocineros prenden los fuegos y ansiosos comienzan a disipar el mesero que porta el codiciado Malbec. El repartidor dispone las cartas a sus jugadores, entretanto el senil jefe de cocina exhorta y estimula sus cocineros. La partida esta puesta, ni los jugadores ni los cocineros tienen escapatoria. Cada participante hace sus apuestas, entre ellos uno sonríe y murmura mientras otro transpira y sufre, puertas adentro el sollastre marcha la comanda y su compañero quema el estofado. Pronto comienzan a abrirse las 2 últimas cartas con el murmurante listo para mostrar su full house, sin saber que al otro lado hay un longevo jefe desechado por el estofado, un cocinero frustrado por el error y su colega como pesto en una milhoja de salmón. Las cartas se abren, el sonriente jugador muestra arrogante su full house, pero sin dejar terminar, su sufrido y afligido contrincante se levanta y destapa un royal flush provocando el asombro de los espectadores, mismo asombro que tienen los cocineros presentes en el instante en que su jefe de cocina, silencioso y sutil toma una nueva sartén y marcha un nuevo estofado, sin referir ninguna amonestación ni represaría contra su equivoco aprendiz y cocinero.
jaja yo quiero ver la cara de car jaja
ResponderEliminarleo amo tu diarioooo
Impecable Redaccion.
ResponderEliminarleito si como escribes cocinas preparate por que te obligare a que me cocines, no sabia que tenias tantas habilidades me llegas al corazon con tus escritos
ResponderEliminarte quiero
me encanta como escribes leooooooo! andre chia!
ResponderEliminarLO QUE MAS ME SORPRENTE ES LA PERFECTA RELACION QUE LE ENCUENTRAS A LA COCINA CON CADA COSA QUE SE TE OCURRE
ResponderEliminarLeonardo buscate una revista o publicidad donde poner tus escritos te aseguro que muy famoso puedes llegar a ser
ResponderEliminarusted tiene una particular gracia para escribir y muy buenas bases gramaticales.a pesar de que hay pocos blogs de culinaria en la web, este es muy destacado e interesante.
ResponderEliminarlo saluda un colega desde pilar
PURO TALENTO GATO DUMAS
ResponderEliminarDE QUE SEDE DE DUMAS SOS??
Leo es impecable tú descripción... haces como cualquier escritor que "engancha" en su primer capitulo, y ya no quieres dejar de leer hasta el final, y cuando ya llegas... sientes la necesidad de que siga contando más...
ResponderEliminareres un AS de la narración... espero que un día pueda decir lo mismo de tus menesteres en la cocina... acércate a Betanzos... y disfrutarás de la materia prima que aquí tienes, tanto para crear en la cocina como para plasmar con la pluma.
Un saludo desde un lugar de Galicia... llamado Betanzos. 50solesmás. Sole
Amo tus redacciones, de verdad q tienes un talento grandísimo, me encanta esa pasión q tienes por la cocina y por el gato, sigue así que vas a ser grandee chee! Jaja
ResponderEliminarbuena che!!!
ResponderEliminara lo lejos podria diferenciar un hombre nacido para las letras y tu eres uno de ellos.
ResponderEliminarel mensaje que me dejas sin contar las palabras es que los chef deben ser intelectuales, llenos de cultura ademas de saber cocinar, eres un buen ejemplar leonardo no lo dejes jamas.besos.
ResponderEliminarQUE AMPLIO Y RICO VOCABULARIO TIENES ADEMAS DE MUCHA SIMPATIA AL HABLAR, TE VEO UN FUTURO INMENSO JOVEN COCINERO.
ResponderEliminarEstamos hablando de la misma carolina parra?
ResponderEliminarlo veo y no lo creo te e visto pasar mas de una vez en la universidad tu eres ayudante cierto?
ResponderEliminarpero no conocia este diario me sorprendes, no puedo dejar de leerlos tienes una capacidad increible para envolver.
de lo mejorrr la maestra alimenta e inspira como ella dice. pero no todas la maderas hacen lo mismo
ResponderEliminarEs de admirar personas como tú tienes algo que te hace muy especial
ResponderEliminarLo que escribes llega mucho te felicito y que llegues muy muy lejos un abrazo!
♥
Leo, siempre te Leo y te disfruto, hoy especialmente! Gracias por consignar mis palabras en el libro de tus historias. Vamos por el Royal flush!
ResponderEliminarse nota el interes que tienes por ser cada dia mejor tu vocabulario cada vez es mas amplio y eso te esta dando frutos
ResponderEliminarLeonardo leerte es sencillamente EXQUISITO!
ResponderEliminarHoy en dia la juventud es caracteristica del cedentarismo y la pereza mental, pero es alentador encontrar personas como tu con la capacidad de marcar la diferencia dentro de la misma generacion
ResponderEliminarde nuevo te escribo para decirte que repaso tus escritos de vez en cuando para entretenerme en algo diferente y delicioso sige asi que vamos para a delante!! estoy muy orgulloso de ti. sabes lo mucho que te queremos.
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