Dishes

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jueves, 3 de marzo de 2011

Basta con Pretender

Venerar la dicha y la codicia 
por el palpar con las manos  
la incauta necedad de los fuegos 
que sucede la lumbre y restaura mi receta 
no basta para pretender la cocina.


Privilegio ser poeta o lírico si me da la gana, 
avidez, que con el titulo de aedo suplo el de cocinero
cuando el fausto callar de los diplomas 
que aguardan llegar a mi armario 
y adornar el atavío que luce en mi la chaqueta blanca
pero carece del sombrero en copa para ser cabal.


Sin pretender campechanamente 
pasar por alto la erudición que han de dejar 
los crueles barrotes de esparrago y puerro
confinándome en esa fría cocina 
de licores y adeptos verdugos de sabor y aroma
que conquistan aislarme del calor de la prole en el hogar
y hasta la sofocante y tórrida compañía de mi amada...


... son nada mas un duplo en ofrendas 
de oblación y abnegación
que adjudico en mi presente 
como aporte intimo e ineludible
al deseo somático y emocional de pretender la cocina.
   
Ofrendas que me apartan de deseos 
carnales y frutales
pero entretanto me atestan y colman 
de dicha y satisfacción 
al elogio de Galofre mi maestro y mentor 
por el plasmar de su precepto 
mi consagración en la porcelana.


Inverosímil y paradójica forma de hablar 
cuando pretendí, hoy ejercer poesía 
de inocencia y ventura
especias y rimas
pero hay es donde yace el saber
que No basta con Pretender 
pero privilegio como se me da en gana 
de ser poeta o cocinero.